
Es común que cuando adquirimos nueva maquinaria no consideremos un sistema de extracción como parte de la inversión. Generalmente, la aspiración de la máquina la vemos más como un lujo, cuando debería ser una necesidad. A falta de una extracción adecuada derivan varios problemas, dentro de los cuales podemos destacar 3 principales: salud, paros en producción destinados a limpieza y fallas mecánicas de los equipos.
El recurso humano que integra tu empresa es parte medular para su operación y, como encargados y directivos, es nuestra responsabilidad garantizar un ambiente de trabajo libre de polvo, partículas, nubes de humo, etc., que posicione la salud de tu personal como prioridad. Existen diversos estudios sobre el daño a causa de la aspiración de polvos y humos de origen animal, vegetal o mineral, los cuales incluso se catalogan en la Ley Federal del Trabajo, artículo 513, en la “Tabla de Enfermedades de Trabajo”. Según información publicada por el Departamento de Seguros de Texas, División de Compensación para Trabajadores, “El aserrín puede causar numerosos problemas de salud al trabajador. Problemas respiratorios significativos tales como el asma, la bronquitis crónica, y otros problemas respiratorios. El aserrín también puede causar dermatitis, ronchas, así también cánceres pulmonares, gastrointestinales, y nasales”.
Los riesgos y consecuencias de trabajar continuamente en un ambiente contaminado por polvo y humos son muchos y están plenamente identificados. Ahora, más que nunca, conocemos la importancia de cuidar nuestro sistema respiratorio, así como al personal que es parte de nuestro equipo.
¿Cuánto tiempo destina tu personal para hacer labores de limpieza o por paros no programados? La respuesta probablemente sea mucho. Hace poco atacamos una situación de una empresa que destinaba 1 hora de limpieza cada que utilizaba su cepillo industrial durante un turno normal de 8 horas. El polvo tapaba el piso e impedía al operador continuar con su producción y generaba cuellos de botella.
Paros de producción no planeados ocasionan atrasos en entrega de material, pérdida de dinero, no conformidad en la calidad del producto final, etc. Con un adecuado sistema de extracción, es posible disminuir, incluso eliminar, estos riesgos en tu empresa. Existirán otras situaciones que se presentarán al adquirir un equipo nuevo (colector de polvo y sistema de ductos), pero tus mantenimientos dejarán de ser correctivos y se convertirán en preventivos.
Si has llegado al punto donde estás ponderando si adquirir, o no, un sistema de extracción, es porque probablemente lo necesites. Las soluciones “rápidas” y “fáciles”, no existen. Has invertido en un equipo de alta tecnología y no es opción que tenga aspiración, es una necesidad.
En Wirbel tuvimos la oportunidad de conversar con el Ingeniero Joszef Kuthy, Gerente Regional Para México de Stiles Machinery (a HOMAG Company) , una de las empresas líderes a nivel internacional en fabricación de maquinaria para madera, estos fueron sus puntos de vista.
¿Qué daños sufre la máquina al no tener extracción de polvo?
“El polvo es un desperdicio que, junto con los sistemas eléctricos y electrónicos, produce estática (magnetismo) que provoca su fijación en los componentes. Con ello, se genera calor y un desgaste prematuro. También se pega a las superficies metálicas, sobre todo a las guías y piezas lubricadas, causando fricción y desgaste.”
¿En qué proporción aumenta el cambio de consumibles de las máquinas?
“No solo aumenta la necesidad de cambiar algunos consumibles a corto plazo, sino que al aumentar la fricción, algunos no consumibles o consumibles de larga vida acortarán su tiempo de funcionamiento.”
¿El producto final se ve afectado al no tener una correcta extracción?
“Al tener suciedad en una planta, el trabajo final se ve enormemente afectado. Además, se destina mano de obra adicional para el terminado y empacado, ya que es necesario limpiar y preparar el producto para entrega.”
Hacer la inversión de una máquina nueva representa una preparación de mucho tiempo. Hay que estudiar sobre los equipos, comparar alternativas, para al final tomar una decisión e invertir. En cada una de estas etapas siempre deberías tener en mente “¿cómo realizaré la extracción?”. Si, puede ser por etapas y puede variar el tipo (colectores individuales o un sistema central), pero indudablemente es una pregunta que siempre debe ser resuelta.
La compra de una máquina y la adquisición de su respectiva extracción van de la mano. La aspiración de las máquinas no es un lujo, es una necesidad si queremos tener una planta: limpia, productiva y sana.
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