La temperatura dentro de una nave industrial es un factor importante, que conforme a mi experiencia he podido ver que muchas empresas pasan por alto hasta que deben enfrentarse a un problema que afecta directamente su línea de producción, sus procesos, o hasta su fuerza laboral. El calor excesivo, la acumulación de polvo y la inadecuada circulación del aire pueden afectar de manera crítica la eficiencia de cualquier negocio. Es inevitable que a veces dejemos estas acciones de lado, más cuando en su lugar se prioriza el nivel de producción, pero si ya se conoce la problemática o el potencial de afectación que puede haber en una empresa, este es el momento indicado para trabajar en las mejoras que permitirán mantener un ambiente adecuado para una producción exitosa. 

Una correcta ventilación en naves industriales permite asegurar una mejor calidad del aire y reducir las partículas suspendidas que podrían afectar el funcionamiento de la maquinaria o la salud de los colaboradores. Estudios han demostrado que en espacios cerrados se pueden generar contaminantes en concentraciones dañinas como el CO2, polvo, compuestos orgánicos y formaldehídos, muchos que en ocasiones a simple vista no se detectan de inmediato, por lo que las nuevas regulaciones de salud consideran indispensable contar con un suministro de aire fresco y limpio.

A diferencia de los sistemas de aire acondicionado industriales, existen sistemas de ventilación industrial que se centran en la inyección y recirculación del aire, estas soluciones no utilizan ciclos de refrigeración, sino que manejan, filtran y distribuyen el aire de afuera para inyectar directamente en la nave ya sin riesgo de contaminantes externos. Estas unidades mantienen bajos niveles de consumo energético, lo que a su vez permite que sea una buena inversión a largo plazo y de fácil mantenimiento.